A pesar de que los beneficios que aportan los servicios de infraestructura son numerosos, la plena incorporación de las dimensiones de género ha permanecido rezagada en la agenda de la infraestructura en ALC. En ese sentido, es crucial incorporar en el diálogo del desarrollo el impacto de las mismas y promover que mujeres y representantes de poblaciones vulnerables se involucren por igual en los procesos de “definición de prioridades en materia de diseño y operación de la infraestructura si se quiere lograr el impacto deseado en el desarrollo”.